sábado, 12 de septiembre de 2015

Se nos acaba el verano.

Es verdad, se nos acaba el verano, como cada año ¡Ha pasado volando!

Pero no pasa nada... porque me encanta el otoño, es más, tengo muchas ganas de que llegue ya, y por eso he aprovechado el último cumple familiar para reconvertir los famosos cupcakes de toffee de Peggy Porschen en una magnífica tarta otoñal.




Si sois seguidores habituales de Duliciosamente ya sabéis que tiempo atrás hice una adaptación de la misma receta para unos cupcakes. Y es de esas recetas que pasan a estar en tu "Top 10" de inmediato. Con esta tarta ha pasado lo mismo, fue un exitazo rotundo.

¡Eso sí! Avisaros que es una bomba calórica, riquísima, pero contundente. Y como con la mayoría de pasteles para consumo ocasional, guardarla para cuando necesitéis daros un capricho de esos que os hagan olvidar los días grises.







Ingredientes: Para un molde profundo de 18cm. 8-10 porciones.

  • Para el bizcocho:
    130g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
    200g azúcar moreno.
    3 huevos L
    1 cucharadita y 1/2 de extracto de vainilla
    280g de harina
    10g deharina y 1/2 cucharadita de bicarbonato (o un sobre de levadura, 15g)
    1 yogur griego
    2 cucharadas de leche
    180g de dátiles maduros troceados
    140g de nueces picadas.
  • Para el almíbar:
    100g de azúcar
    80g de agua
    1 cucharadita de vainilla.

  • Para el relleno:
    250g aproximadamente de toffee (o dulce de leche).

    *Si pulsáis sobre "toffee" podréis ver la receta casera.
  • Para la cobertura:
    120g de mantequilla a temperatura ambiente.
    200g de queso crema (tipo philadelphia)
    150g de azúcar glas
    120g de toffee (o dulce de leche)




Elaboración:

  • Para el bizcocho:
    Para empezar prepararemos nuestro molde: Podemos enmantequillar y enharinar o bien forrar las paredes y base con papel de horno, así lo hago yo. Procedemos a precalentar el horno a 160ºC.

    Batimos la mantequilla con el azúcar hasta tener una crema pomada, agregamos los huevos uno a uno y los vamos integrando, incorporamos también la vainilla y el yogur. 
    Añadimos ahora a la mezcla anterior la harina con la levadura y/o el bicarbonato, previamente tamizados. Incorporamos las cucharadas de leche. 
    Una vez tengamos una mezcla cremosa añadimos los dátiles y las nueces y mezclamos bien para que queden bien distribuidos por toda la masa. 

    Procedemos a pasar toda la masa al molde de horneado (o moldes si vamos a utilizar más de uno), y horneamos durante más o menos 1 hora y 1/4*, en la parte baja del horno. Cuando esté dorado y haya subido lo pincharemos con un palillo, este debe salir limpio, eso indicará que nuestro bizcocho está listo. Lo sacaremos del horno, esperaremos que se temple el molde, desmoldaremos y lo dejaremos enfriar por completo sobre una rejilla.
    *Como cada horno es un mundo yo os aconsejo que a partir de los 45 minutos vayáis echándole un ojo. Si repartís la masa en varios moldes  el tiempo de horneado será menor. 
    Yo siempre horneo los bizcochos en la segunda balda, empezando por abajo, del horno. Pero cada uno sabe donde mejor se hacen en el suyo.

  • Para el almíbar: 
    Ponemos todos los ingredientes en un cazo y reducimos hasta tener un almíbar ligero.


  • Para el relleno:
    Una vez frío nuestro bizcocho  procederemos a igualar y cortar. En mi caso yo lo corté en 3 planchas del mismo grosor. 
    Yo suelo usar una lira para cortar pasteles, pero dado que tenía muchos tropezones esta vez marqué con la lira la altura al rededor del bizcocho y lo corté con un cuchillo de pan para evitar desmigarlo en exceso o romper la lira.

    Empezamos montando nuestra tarta sobre una base o plato. Yo siempre coloco la parte de arriba abajo e invertida.
    Pintamos con un pincel la primera capa de nuestra tarta con el almíbar. rellenamos con la mitad del relleno (toffee o dulce de leche). Haremos lo mismo con las siguientes capas.
    Personalmente me gusta pintar con almíbar ambas caras de cada capa de bizcocho, pero podéis solo humedecer la superior. 
    Dejaremos asentar en la nevera mientras preparamos la cobertura.

  • Para la cobertura:
    Batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una crema untuosa, añadimos luego el queso crema y batimos hasta que quede bien firme. Finalmente agregamos el toffee o el dulce de leche y batimos hasta que tenga un color uniforme.

    Procedemos a cubrir nuestra tarta con la ayuda de una espátula. Podemos dar una capa fina, refrigerar y luego dar otra más gruesa sobre la primera para evitar que salte la miga o que se nos vea el bizcocho.

  • Para la decoración: 
    Esto es a gusto del consumidor.
    Yo decoré el centro de la tarta poniéndole un poco de dulce de leche por encima y con una espátula dándole forma de espiral a la superficie. Luego con una manga pastelera con boquilla decoré los bordes, espolvoreé los bordes con azúcar en escamas y le puse unas hojas de hiedra en mazapán (pintadas con colorante en polvo).


    Finalmente refrigeramos la tarta hasta 15-20 minutos antes de consumir, que la sacaremos para que se atempere y se ablande la mantequilla del bizcocho y la cobertura. 



Solo nos queda disfrutar de cada pedacito de tarta poco a poco...

Espero que la probéis y me contéis que os ha parecido.



Un abrazo ¡Nos vemos pronto con una nueva entrada!



No hay comentarios:

Publicar un comentario