viernes, 25 de septiembre de 2015

¡Ya está aquí el Otoño!


Muy buenas a todos y todas. 

Ya está aquí el otoño, como os dije en la anterior entrada, ¡Lo estaba esperando! Es mi época del año preferida; a muchas personas les parece una estación triste, a mi me parece una estación preciosa de cambio. Me apasionan los colores, los olores el clima y como no... los productos de temporada: Castañas, almendras, nueces, avellanas, piñones, uvas, moras, calabazas, membrillos, zanahorias y las setas, entre otros. 


Así que aproveché la última visita a casa de mi padre para dar un paseo por el campo y recoger uno de esos regalos que nos dejan los últimos coletazos de verano.  Inspirados en esta magnifica estación os traigo unos Muffins de Moras y Nueces con Crumble, para que disfrutéis de un pedacito de otoño.





Las moras siempre han sido mis bayas favoritas, me encantan desde niña y me traen recuerdos familiares muy felices. Recuerdo que mi abuelo solía llevarnos a los nietos a coger moras a las afueras de donde vivíamos (cuando aún había campo al que ir y no estaba todo masificado). Después de pasarlo en grande cantando, jugando y aprendiendo cosas sobre la naturaleza llegábamos a casa y, si aún quedaba alguna mora, hacíamos mermelada con mi abuela, o batidos para la merienda.  Así que cada vez que como una mora me vienen un sin fin de sensaciones maravillosas que espero no se borren nunca. 

Sin más dilación, comparto esta riquísima receta que espero que disfrutéis tanto como yo.







Ingredientes:  Para 12 muffins.

  • Para los Muffins:
    190g azúcar.
    3 huevos.
    150ml de aceite de girasol u oliva suave.
    190g de harina.
    1 cucharadita y 1/2 de levadura en polvo.
    1 pizca de sal
    1/2 cucharadita de canela en polvo.
    25 ml de leche.
    120g de moras frescas o congeladas (descongeladas)
    50g de nueces picadas.
  • Para el Crumble:
    35g de harina.
    15g de mantequilla.
    20g de azúcar moreno.
    30g de nueces picadas.
    1/4 cucharadita de canela ~aprox.




Elaboración: 

  • Para el Crumble: 
    En un bol ponemos la harina con la mantequilla a temperatura ambiente y trabajamos con las manos hasta obtener algo parecido a migas de pan. 
    A continuación mezlclamos bien con el resto de ingredientes: nueces, canela y azúcar. 
    Reservamos.


  • Para los Muffins: 
    Precalentamos el horno a 180ºC y preparamos la bandeja para muffins con las cápsulas que vayamos a utilizar.  

    Batimos los huevos con el azúcar en la batidora, luego incorporamos el aceite poco a poco. 
    A continuación agregamos la harina con la levadura, la sal y la canela (previamente tamizadas) e integramos completamente. 
    Añadimos las nueces, incorporamos y por último ponemos las moras que mezclaremos suavemente con la ayuda de una lengua para evitar que se nos rompan y teñir la masa. 

    Rellenamos las cápsulas, 3/4 aproximadamente de su capacidad, con la masa. Intentaremos que todos nuestros muffins tengan la misma cantidad de moras.  Luego repartiremos el crumble espolvoreándolo sobre cada muffin y hornearemos unos 20 minutos aproximadamente, 

    Una vez hayan subido y transcurrido el tiempo de horneado  comprobaremos que están listos pinchando uno de ellos con un palillo, si este sale limpio es que están listos para sacarlos y dejarlos enfriar sobre una rejilla. 



Una vez fríos estarán listos para hincarles el diente y disfrutar de una armonía de sabores otoñales genial.  Son ideales para el desayuno o para acompañar el café o té de la tarde.  





A parte de los muffins tenía infinitas ganas de utilizar esas bases rústicas tratadas para tartas que me hizo mi padre con el tronco de una encina vieja.  Me encantan :)



Espero que os gusten estos muffins, que los probéis en casa y disfrutéis de cada bocado.


¡Nos vemos pronto con nuevas recetas y sorpresas!

Un abrazo.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Para los adictos al chocolate.

¡Hey! Aquí estoy otra vez para traeros una receta express. 

Como ya sabréis ayer fue el Día Internacional del Chocolate, yo tenía que hacerle una tarta de cumpleaños a mi prima, así que aprovechando una cosa y la otra me decanté por una mousse de chocolates, eso sí, con efecto cebra que es más molona. 



Hoy no me enrollo mucho, solo decirlos que es muy, pero que muy fácil de elaborar y ¡Está riquísima!






Ingredientes: Para un molde desmoldable de 22cm de diámetro.
  • Para la base de galleta:
    200g de galletas digestive/maria/o las que os gusten
    125g de mantequilla fundida.

  • Para la mousse:
    5 yemas de huevo L
    50g de azúcar
    300ml de leche
    600ml de nata para montar
    1/2 cucharadita de extracto/esencia de vainilla
    150g de chocolate blanco
    150g de chocolate con leche (o negro)
    6 hojas de gelatina 



Elaboración:
  • Para la base de galleta:
    Picamos las galletas (yo lo hago metiéndolas en una bolsa y pasando el rodillo por encima)  

    Fundimos la mantequilla y la mezclamos con las galletas picadas, ahora c
    ubrimos con la mezcla la base del molde desmoldable que vayamos a utilizar y nivelamos. 

    Reservamos en la nevera para que endurezca.

  • Para la mousse:

    En la batidora con las varillas blanqueamos los huevos con el azúcar. Deben triplicar su tamaño.

    En un cazo grande ponemos la leche a calentar, cuando esté casi hirviendo la apartamos y la agregamos a la mezcla de huevos. Debemos echar la leche en hilos, sin dejar de batir para que el huevo no se nos cueza y queden grumos. Es el momento de añadir la vainilla. 

    Cuando lo tengamos todo bien mezclado pasamos la mezcla nuevamente al cazo y calentaremos a fuego medio unos minutos, sin dejar de remover, hasta que espese ligeramente. ( Si está muy batido no espesará, pero no os preocupéis os quedará igualemente bien). 
    Retiramos del fuego y añadimos la gelatina previamente hidratada. Mezclamos bien hasta que se disuelva completamente. 

    Fundir los chocolates (microondas/baño maría)

    Dividimos la masa en dos cuencos, una vez fundido el chocolate agregamos una clase de cada chocolate a cada mitad de masa.  Lo incorporaremos con espátula y movimientos envolventes hasta que tenga un color homogéneo.  

    Dejamos entibiar la masa a temperatura ambiente y mientras montamos la nata, no hace falta que esté muy montada, lo justo para que tenga cuerpo.

    Ponemos la mitad de la nata en el cuenco de masa de chocolate blanco e integramos con movimientos envolventes, hacemos lo mismo con la otra mitad en el cuenco de chocolate con leche. Antes de incorporar la nata debemos asegurarnos que la masa ha perdido temperatura, que está a temperatura ambiente y no caliente, si no la nata se nos vendrá a bajo. 

    Para conseguir el efecto cebra pondremos una cucharada grande de masa de chocolate con leche en el centro del molde, encima de esta otra de chocolate blanco y así alternando la masa hasta que la terminemos. 

    Refrigeramos mínimo 4h, yo aconsejo de un día para otro ya que gana en sabor. 

    *Para que los laterales de la tarta nos queden perfectos es aconsejable poner una cinta de papel de horno en las paredes del molde así no se nos romperá al retirar el aro desmoldable.  




Espero que os guste y la disfrutéis



¡Un abrazo!

sábado, 12 de septiembre de 2015

Se nos acaba el verano.

Es verdad, se nos acaba el verano, como cada año ¡Ha pasado volando!

Pero no pasa nada... porque me encanta el otoño, es más, tengo muchas ganas de que llegue ya, y por eso he aprovechado el último cumple familiar para reconvertir los famosos cupcakes de toffee de Peggy Porschen en una magnífica tarta otoñal.




Si sois seguidores habituales de Duliciosamente ya sabéis que tiempo atrás hice una adaptación de la misma receta para unos cupcakes. Y es de esas recetas que pasan a estar en tu "Top 10" de inmediato. Con esta tarta ha pasado lo mismo, fue un exitazo rotundo.

¡Eso sí! Avisaros que es una bomba calórica, riquísima, pero contundente. Y como con la mayoría de pasteles para consumo ocasional, guardarla para cuando necesitéis daros un capricho de esos que os hagan olvidar los días grises.







Ingredientes: Para un molde profundo de 18cm. 8-10 porciones.

  • Para el bizcocho:
    130g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
    200g azúcar moreno.
    3 huevos L
    1 cucharadita y 1/2 de extracto de vainilla
    280g de harina
    10g deharina y 1/2 cucharadita de bicarbonato (o un sobre de levadura, 15g)
    1 yogur griego
    2 cucharadas de leche
    180g de dátiles maduros troceados
    140g de nueces picadas.
  • Para el almíbar:
    100g de azúcar
    80g de agua
    1 cucharadita de vainilla.

  • Para el relleno:
    250g aproximadamente de toffee (o dulce de leche).

    *Si pulsáis sobre "toffee" podréis ver la receta casera.
  • Para la cobertura:
    120g de mantequilla a temperatura ambiente.
    200g de queso crema (tipo philadelphia)
    150g de azúcar glas
    120g de toffee (o dulce de leche)




Elaboración:

  • Para el bizcocho:
    Para empezar prepararemos nuestro molde: Podemos enmantequillar y enharinar o bien forrar las paredes y base con papel de horno, así lo hago yo. Procedemos a precalentar el horno a 160ºC.

    Batimos la mantequilla con el azúcar hasta tener una crema pomada, agregamos los huevos uno a uno y los vamos integrando, incorporamos también la vainilla y el yogur. 
    Añadimos ahora a la mezcla anterior la harina con la levadura y/o el bicarbonato, previamente tamizados. Incorporamos las cucharadas de leche. 
    Una vez tengamos una mezcla cremosa añadimos los dátiles y las nueces y mezclamos bien para que queden bien distribuidos por toda la masa. 

    Procedemos a pasar toda la masa al molde de horneado (o moldes si vamos a utilizar más de uno), y horneamos durante más o menos 1 hora y 1/4*, en la parte baja del horno. Cuando esté dorado y haya subido lo pincharemos con un palillo, este debe salir limpio, eso indicará que nuestro bizcocho está listo. Lo sacaremos del horno, esperaremos que se temple el molde, desmoldaremos y lo dejaremos enfriar por completo sobre una rejilla.
    *Como cada horno es un mundo yo os aconsejo que a partir de los 45 minutos vayáis echándole un ojo. Si repartís la masa en varios moldes  el tiempo de horneado será menor. 
    Yo siempre horneo los bizcochos en la segunda balda, empezando por abajo, del horno. Pero cada uno sabe donde mejor se hacen en el suyo.

  • Para el almíbar: 
    Ponemos todos los ingredientes en un cazo y reducimos hasta tener un almíbar ligero.


  • Para el relleno:
    Una vez frío nuestro bizcocho  procederemos a igualar y cortar. En mi caso yo lo corté en 3 planchas del mismo grosor. 
    Yo suelo usar una lira para cortar pasteles, pero dado que tenía muchos tropezones esta vez marqué con la lira la altura al rededor del bizcocho y lo corté con un cuchillo de pan para evitar desmigarlo en exceso o romper la lira.

    Empezamos montando nuestra tarta sobre una base o plato. Yo siempre coloco la parte de arriba abajo e invertida.
    Pintamos con un pincel la primera capa de nuestra tarta con el almíbar. rellenamos con la mitad del relleno (toffee o dulce de leche). Haremos lo mismo con las siguientes capas.
    Personalmente me gusta pintar con almíbar ambas caras de cada capa de bizcocho, pero podéis solo humedecer la superior. 
    Dejaremos asentar en la nevera mientras preparamos la cobertura.

  • Para la cobertura:
    Batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una crema untuosa, añadimos luego el queso crema y batimos hasta que quede bien firme. Finalmente agregamos el toffee o el dulce de leche y batimos hasta que tenga un color uniforme.

    Procedemos a cubrir nuestra tarta con la ayuda de una espátula. Podemos dar una capa fina, refrigerar y luego dar otra más gruesa sobre la primera para evitar que salte la miga o que se nos vea el bizcocho.

  • Para la decoración: 
    Esto es a gusto del consumidor.
    Yo decoré el centro de la tarta poniéndole un poco de dulce de leche por encima y con una espátula dándole forma de espiral a la superficie. Luego con una manga pastelera con boquilla decoré los bordes, espolvoreé los bordes con azúcar en escamas y le puse unas hojas de hiedra en mazapán (pintadas con colorante en polvo).


    Finalmente refrigeramos la tarta hasta 15-20 minutos antes de consumir, que la sacaremos para que se atempere y se ablande la mantequilla del bizcocho y la cobertura. 



Solo nos queda disfrutar de cada pedacito de tarta poco a poco...

Espero que la probéis y me contéis que os ha parecido.



Un abrazo ¡Nos vemos pronto con una nueva entrada!